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MARATÓN DE SEVILLA. 21 DE FEBRERO DE 2016

Os dejamos la crónica de MARIO:

Allá por el mes de junio me inscribí a esta carrera no con intención de hacer una buena marca, pues el hecho de que se celebrase tres meses después de Valencia me dejaba sin tiempo suficiente para prepararla adecuadamente, sino con la intención de, al igual que en 2015, acompañar a Pilar para transmitirle ánimos y asegurarme de que todo saliera bien.
Empezado ya el mes de diciembre, ella, que llevaba un tiempo siendo bastante irregular con sus entrenamientos, finalmente decide que no va a participar. Puesto que está ya demasiado cerca en el calendario como para intentar competirla, me planteo la posibilidad de ayudar a Javi a bajar de cuatro horas; pero a los pocos días me dice que no ha terminado de recuperarse bien de una lesión que venía arrastrando desde el verano.
De pronto me veo con una inscripción y un billete de tren; pero sin objetivo alguno y sin demasiado interés por participar. Finalmente se me ocurre enviar un correo a la organización del maratón para ofrecerme como liebre y dos días después me informan de que me ha sido asignado el globo de 4:00, cambiando posteriormente a 4:15 por circunstancias de personal.
Ya tengo objetivo, pero de pronto empiezan a asaltarme las dudas de si estoy en condiciones para cumplir con mi cometido, de manera que hago una pausa en mi rutina de entrenamiento y me inscribo en el Medio Maratón de Getafe con la idea de comparar el resultado con el de 2015 para poder valorar así mi estado de forma. Bajo la marca del año pasado en 4 minutos, adiós dudas.
La mañana del sábado Pilar y yo recogemos a Antonio y a Leo para ir a por los dorsales y las respectivas bolsas. Nos hacemos las fotos de rigor (una incluso con el cocinero de Canal Sur, que también participaba) comemos en la pasta party y nos despedimos hasta el día siguiente.
A las 8:15 del domingo recojo el globo y el dorsal para la espalda que me identifica como liebre. Me dirijo al cajón y empiezo a hacer mis cálculos: Hay que llegar en 4:15 oficial, por lo que he de tener en cuenta la pérdida de tiempo de la salida, que la estimo en alrededor de 6 minutos y el margen de error del Garmin, que en maratones anteriores me había medido entre 500 y 600 metros de más. Después de sumar y dividir, concluyo que tengo que rodar a 5:55/km (según el gps) sin pegar tirones para no quemar a los que me siguen.
9:00 pistoletazo y esto se mueve, 9:06 paso por la alfombra de salida. Llevo en una muñeca el gps marcándome el neto y en la otra un cronómetro marcando el bruto. En el primer kilómetro se hace difícil coger el ritmo debido al gran número de participantes. A mediados del km dos me estabilizo en 5:55; sólo hay que seguir así cuatro horas más.
Para cuando quiero darme cuenta, he formado un grupo bastante grande que encabezan tres corredores riojanos, un italiano muy hablador al que yo no entendía una sola palabra, un sevillano que fue haciendo de guía turístico y unas chicas que debutaban en la distancia y que no dijeron de dónde eran.
Sugiero a mi grupo que procuren hacer uso de todos los avituallamientos, sin excepción, aunque en ese preciso instante no tengan sed. Durante los mismos, se van produciendo pequeñas fracturas del pelotón, que unos pocos metros después vuelve a reagruparse.
Pasamos el arco del kilómetro 10 en 1:04:22 (oficial), vamos recuperando. Pocos minutos después el cordel que me ata al globo se rompe y éste empieza un imparable ascenso, aunque como ya llevábamos un buen rato en formación, los corredores que vienen conmigo no tienen problema en localizarme e identificarme.
La altimetría del recorrido favorece que llevemos un ritmo firme y constante. El grupo se mantiene unido, aunque hacia el kilómetro 15 ya ha habido quien se ha descolgado por no ser capaz de seguirnos. Debido al cansancio acumulado, los corredores cada vez hablan menos, a excepción del sevillano, que sigue incombustible explicando detalles sobre su maravillosa ciudad.
Para cuando llegamos a la media (2:10:08) el grupo se ha reducido a la mitad, pero los que quedan conservan el ánimo inquebrantable y seguimos recortando segundos progresivamente para acercarnos al crono de carrera.
Pasamos el Benito Villamarín en 3:14:30, el sevillano que venía haciendo de guía empieza a flaquear y se despide de nosotros para aflojar un poco el ritmo. Unos cientos de metros después el temido hombre del mazo alcanza a la integrante femenina del grupo de riojanos, que también optan por aminorar la marcha para asegurar la entrada en meta. Para cuando llegamos al parque de María Luisa sólo quedamos un corredor de Alcalá de Guadaira y yo.
Avanzamos a paso firme por el parque y la plaza de España. Este corredor me comenta que lleva desde 2009 sin participar en un maratón y que nunca había corrido más de 35 km seguidos sin tener que parar a caminar. Pasado el km 38 se estrecha mucho el paso y hay que pegar pequeños acelerones para esquivar a la gente que ya se ha rendido y opta por ir andando. Esta situación desmoraliza a mi último corredor, que me comenta que está empezando a pensar en parar. Como al parecer no le duele nada y a mí no me apetece llegar solo a la meta después de 39 kilómetros opto por meterle un poco de presión, a ver si le levanto el ánimo.
Esta presión parece surtir efecto y llegamos al túnel del estadio sin detenernos en ningún momento. Cuando pisamos el tartán veo que sonríe y le sugiero sprintar los 250 metros que nos quedan para dale un poco de emoción al vídeo de llegada.
Cruzamos meta en 4:14:30, objetivo cumplido; nos despedimos y me quedo unos minutos esperando al otro globo de 4:15 que venía justo detrás. Veo llegar también al sevillano, a los logroñeses y a varios corredores que habían formado parte de mi grupo en uno u otro momento. Todos felices por su éxito, todos sonrientes y orgullosos.
Me gustaría terminar esta crónica felicitando a todos los que ese día alcanzaron su objetivo, y a todos los que lo intentaron, aunque algunos no llegaran a lograrlo; por supuesto agradecer a la organización la oportunidad que me brindó de ser liebre en una carrera de semejante calibre y enviar un afectuoso saludo a los corredores que vinieron en mi grupo haciendo de ésta una experiencia inolvidable. Espero resalidaseviIMG_4554(1) bajapetir la próxima edición y espero veros a todos.

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